Llaman organismos de Derechos Humanos a proteger la zona sagrada de Wirikuta

 Los gobiernos de Nayarit, Jalisco, Zacatecas y San Luis Potosí deben tomar medidas

-Ahí concentra la biodiversidad de cactáceas más importante en el mundo

-Pobreza extrema, dispersión de nubes para que no llueva, minería y parques eólicos dañan la región

Los organismos públicos de derechos humanos de los Estados de Nayarit, Aguascalientes, Colima, Durango, Zacatecas, Michoacán y Jalisco, hicieron un llamado a los gobiernos de Nayarit, Jalisco, Zacatecas y San Luis Potosí a remediar los problemas medioambientales, proteger la zona sagrada de Wirikuta y garantizar los derechos humanos de los habitantes de esta región, entre otras.

En el documento se informa que representantes de derechos humanos de los estados en mención hicieron un recorrido por la zona, en donde detectaron pobreza extrema, deforestación, dispersión de nubes para evitar la lluvia, por empresas particulares, así como la presencia de una gran cantidad de parques de energía eólica que dañan el medio ambiente y contaminación por minería, entre otras.

Se recuerda que el altiplano potosino y la Sierra de Catorce conforman una región con un valor biocultural, como pocas en el mundo. Ahí está representada la mayor parte de las especies de flora y fauna silvestres de todo el desierto chihuahuense; concentra la biodiversidad de cactáceas más importante en el mundo. La mayoría se encuentran en alguna categoría dentro de la Norma Oficial Mexicana (NOM-059-SEMARNAT) amenazadas o en peligro de extinción.

En ellas, también se registran anidamientos del águila real, símbolo de nuestro país, y ave que encabeza la lista del programa nacional de conservación de especies prioritarias. Sus habitantes son campesinos, muchos de ellos en situación de extrema pobreza. Su forma de vida es de naturaleza agropastoril, que hace sinergia con prácticas ancestrales de caza y recolección que han preservado de la cultura huachichil de Aridoamérica.

De igual manera, Wirikuta es uno de los lugares más importantes y representativos del pueblo Wixárika, que habita en los estados de Jalisco, Nayarit, Durango y Zacatecas. Desde tiempos inmemoriales, ahí se recrea el recorrido que hicieron las deidades desde el mar hasta el desierto, para dar origen al mundo.

Del equilibrio biocultural de Wirikuta depende la identidad del pueblo Wixarika, que habita en más de 5,300 kilómetros cuadrados del territorio nacional: una superficie más grande que la de varias entidades federativas de México.

En el año 2012, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) emitió la Recomendación 56/2012, dirigida a 13 autoridades de los tres niveles de gobierno. Dicha resolución representa un instrumento que posibilita avanzar a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) y a todo el Gobierno Federal en la protección efectiva del Patrimonio Biocultural en Wirikuta.

Del 25 al 31 de marzo del 2021, integrantes de estas defensorías públicas de derechos humanos realizaron un recorrido al lugar y constataron la falta de resguardo, respeto y garantía de protección integral que requiere la región sagrada.

En este contexto, en Estación Catorce, municipio de Catorce, San Luis Potosí, el 25 de mayo de 2021 se realizó una diligencia conjunta donde se documentó la percepción de ejidatarios y avecindados de las localidades de Ranchito de Coronados, Villa de Guadalupe, Poblazón, Estación Catorce, Guadalupe el Carnicero, San José de los Quintos, San Antonio de Coronados, los Catorce, La Cardoncita, La Cantera, Catorce y Anexas, Los Lavaderos, Cedral, así como autoridades municipales de Catorce y la Pastoral Social de la diócesis de Matehuala.

Producto de esta labor y de una inspección ocular realizada mediante un sobrevuelo no tripulado y visitas a diferentes sitios de la región sagrada, se constató y dio fe de la existencia de proyectos que pudieran constituir violaciones graves a los derechos humanos. Entre los elementos identificados se encuentran:

La denuncia campesina sobre la modificación climática realizada por las empresas agrícolas. El objetivo es la dispersión de nubes para evitar la lluvia –y con ello, los daños potenciales del granizo– así como las condiciones de humedad que favorecen la reproducción de plagas y enfermedades de los cultivos. Se presume la utilización de cohetes para la dispersión por calor y la utilización de avionetas que propagan estelas químicas.

 El depósito masivo de excretas de pollos y cerdos provenientes de las granjas que, de manera expansiva, se están instalado en la zona. La presencia de fuertes y persistentes olores fétidos, así como la invasión masiva de moscas en las localidades de, por lo menos, un radio de más de 5 kilómetros, lo que ha generado la inconformidad de los pobladores.

En campo, mediante aero-fotogrametría, se documentó un polígono de 23 hectáreas utilizadas para la deposición y manejo de residuos, sin planta de tratamiento y sin material aislante entre los residuos y suelo.

La expansión de cultivos intensivos que han cambiado el uso de suelo de terrenos forestales, particularmente deforestando matorrales xerófilos y resetófilos. La presencia de actividad minera en San José de Coronados para la explotación de antimonio y la existencia de otros proyectos mineros como el de la empresa Real Bonanza, en la sierra de Catorce.

 La ausencia de señalética e infraestructura básica para la protección de los altares donde el pueblo Wixárika deposita sus ofrendas. La creciente presencia de campos de generación de energía eólica.

La degradación generalizada de los ecosistemas nativos de la región sagrada. Altos índices de marginación y pobreza de las personas que habitan las localidades de la zona. La presencia de grupos armados posiblemente vinculados al crimen organizado.

 Lo anterior, no obstante que desde estas defensorías se han emitido en su oportunidad diversos pronunciamientos para su salvaguarda y protección. Además, se suma el reciente incendio registrado en la región, particularmente en los municipios de Villa Guadalupe, Charcas y Catorce, que afectó alrededor de dos mil hectáreas. “Estas defensorías públicas, nos apersonamos en la zona, advirtiendo una afectación severa del paisaje”.

 En razón de lo anterior se pide a los gobiernos de San Luis Potosí, Zacatecas y Nayarit, lleven a cabo las acciones necesarias para garantizar los derechos humanos a un medio ambiente sano, a la salud, al agua, a la alimentación, a la educación, a la cultura y a otros para quienes habitan y peregrinan en la región sagrada de Wirikuta y en sus respectivos trayectos en los Estados de Nayarit y Zacatecas, atendiendo con particular énfasis a quienes se encuentran en condición de vulnerabilidad.

Realicen un reporte técnico y científico de la zona siniestrada por el incendio que persistió desde mediados del mes de marzo y hasta inicios del mes de abril de 2021, donde se identifique, caractericen y evalúen los daños socio-ambientales, y se destine un fondo emergente para la restauración, compensación y remediación de daños ocasionados al medio ambiente y a las personas.

Se pide elaborar un censo de las personas afectadas por el incendio para aplicar el fondo emergente enunciado en el punto anterior. Revisen la solvencia legal de las autorizaciones necesarias para la instalación y expansión de las empresas agroindustriales en la región, constatando si cuentan con autorizaciones en materia de impacto ambiental, cambio de uso de suelo de terrenos forestales, concesiones de agua, así como la congruencia con la zonificación y reglamentación del área natural protegida.

En sus instrumentos normativos, prohíban el uso o instalación de cualquier técnica, mecanismo, implemento, procedimiento o actividad que tienda a modificar el régimen de lluvias, granizo, aguanieve o cualquier otro fenómeno hidrometeorológico; dentro de ellos los denominados “cañones antigranizo” y el uso de sustancias químicas dispersadas por avionetas. Realicen las acciones necesarias para que se respete el derecho a la legalidad en el contexto de la suspensión que existe, desde 2012, de los proyectos mineros en la región sagrada de Wirikuta.

Se pide, Revisen la pertinencia de la expansión de los generadores de electricidad a partir de energía eólica, dada la vulnerabilidad ambiental de la región. Asimismo, se investigue la existencia de las autorizaciones en materia de impacto ambiental y de riesgo con los que deben contar las empresas que han desarrollado estos proyectos.

También, que identifiquen y evalúen el grado de impacto ambiental derivado del funcionamiento de la industria avícola y porcícola en la región; si ésta cuenta con autorización en materia de impacto ambiental y un programa técnicamente adecuado de manejo y disposición de residuos (generación, manejo y disposición de residuos,emisiones y descargas).

Comentarios

Entradas populares de este blog

Exigen productores entrega de semilla de frijol

Donación de leche materna disminuye la tasa de mortalidad infantil en Zacatecas