"LICENCIADO, NOS ESTÁN MATANDO"

-Crónica de la visita del presidente electo de la República, Andrés Manuel López Obrador

Zacatecas, Zac.- Con un: "licenciado, nos están matando", fue recibido el presidente electo de la República en la emblemática Plaza de Ármas de la capital zacatecana, donde la valla que se colocó rumbo a la entrada de palacio de Gobierno, cubierto con una manta negra, combinaba perfecto con la demanda ciudadana de atención a personas víctimas de la violencia.

Con el Cerro de La Bufa y la Catedral por testigos, y acompañado del ex gobernador del estado y ahora Senador de la República, Ricardo Monreal,  Andrés Manuel López Obrador se comprometió a revisar los casos de ciudadano que solicitaron su intervención, mientras que el gobernador, Alejandro Tello Cristerna se apresuraba a asegurar: "Yo te lo resuelvo", mientra los ciudadanos le espetaban: "Llevo mucho tiempo dando vueltas y nadie me resuelve".

Para calmar lo ánimos, el presidente electo afirmaba que estaba seguro que el gobernador cumpliría su palabra, pero al mismo tiempo hacía el encargo a quien será la representante del gobierno federal en el estado, Verónica Díaz, quien no daba abasto a recoger solicitudes.

BOCADILLOS EN LA CALLE

Una gran cantidad de medios de comunicación se arremolinaban alrededor, pues esperaban que el presidente electo otorgara una rueda de prensa. No fue así, pero se les permitió permanecer atrás de las vallas, pues se dio a conocer que López Obrador contestaría algunas preguntas al final del recorrido, y se les acercó en la parte de afuera de Palacio de Gobierno una mesa con bocadillos, mientras que adentro  se llevaba a efecto una reunión privada.

Mientra tanto al interior, legisladores locales y federales  de los diferentes partidos políticos, junto a funcionarios del gobierno del estado, se reunieron con el gobernador del Estado y el presidente electo para tratar asuntos concernientes al estado, uno de ellos el de la controversial  presa Milpillas.

Quienes estuvieron en dicha reunión, afirmaron que el presidente electo otorgó su respaldo al gobierno del estado para que se lleve a efecto dicha obra, la cual aseguran, tendrá un impacto positivo para suministrar agua a la capital zacatecana, pero que los ejidatarios de la región se niegan a que se construya por el grave impacto ambiental que tendrá en dicho lugar.

Poco más de una hora tardó la reunión privada, por lo que se abrió el acceso para los medios de comunicación, a quienes se les instalaron vallas para separarlos del presidente electo y el gobernador del estado.

VIENEN TIEMPOS BUENOS PARA ZACATECAS



Ahí, López obrador afirmó que los apoyo de todos los programas llegarán directamente a todos los zacatecanos, mientras que el gobernador del estado afirmó que "vienen tiempos buenos para Zacatecas".

Del mimo modo, López Obrador fue cuestionado respecto a la legalización de la amapola, así como del asunto del bono que se autorizaron los diputados federales, por lo que dijo que lo importante es  recordarles a los legisladores que "ya se acabaron los moches", entanto que respecto al tema del aeropuerto no quiso adelantar aún detalles, aunque ahora ya se conoce que el presidente electo dejó en claro que el gobierno federal no tiene recursos para costear el millonario proyecto.

Afuera de Palacio de Gobierno se apostaron algunas personas  con la esperanza de que por ahí saliera  Andrés Manuel López Obrador, aunque esta vez salió por la puerta trasera para trasladarse hasta la plazuela Miguel Auza, donde ya lo esperaba una gran cantidad de personas.

En el mar de gente casi era imposible avanzar, mientras que a los integrantes de la prensa se les encerró en un corral hecho de vallas, donde era prácticamente imposible desarrollar su trabajo.
En la accidentada llegada de López Obrador, una mujer se abalanzó sobre él y con lo dos brazos lo apretaba, no lo quería soltar, hasta que finalmente logró avanzar por la valla instalada a mitad de la plaza que resultó totalmente insuficiente para quienes acudieron a presenciar su gira de agradecimiento.

DETRÁS DE LA VALLAS

 

Detrás del muro de vallas también se encontraban alcaldes de los diferentes municipios, algunos de ellos que no pudieron siquiera saludar al presidente electo, pues se decía que en el templete solo podían estar los monrealistas.

Entre los políticos reconocidos que se localizaron atrás de las vallas, se encontraba el propio presidente de MORENA en el estado, Fernando Arteaga, quien sí alcanzó a estrechar la mano del presidente electo, algo que no logró hacer el conocido "Oso" Luis Medina Lizalde, primer dirigente de dicho partido político.

Pese a todo, el menaje fue alentador:  Precio de garantía del frijol, becas para jóvenes, creación de universidades en Mazapil, Pánfilo Natera y Pinos, entre otros anuncios, fueron suficientes para ganar la ovación de los asistentes.

Al concluir el mítin, el presidente electo fue despedido por una gran cantidad de personas que acercaban a su vehículo con la esperanza de poder saludarle o plantearle algún asunto, mientras que elementos de vialidad no daban abasto para retirar a quienes  se colocaban al paso del vehículo.