REFORMA LIMITADA

La nueva reforma educativa: importante, positiva, pero limitada

Por José Santos Cervantes

El Congreso de la Unión aprobó la reforma constitucional en materia educativa propuesta por el gobierno del presidente, Andrés Manuel López Obrador. Ahora, solo falta que la mayoría de las legislaturas locales lo haga —todo parece indicar que así será—, para que una vez publicada en el Diario Oficial de la Federación, entre en vigor.

Entre las reformas legislativas propuestas por el actual gobierno, la educativa es la que más trabajo costó aprobar, porque encontró resistencias de todo tipo. Desde posiciones ultras de izquierda y de derecha, hasta las reformistas que sólo pretendían maquillarla.

Dichas resistencias se explican porque la reforma tiene que ver con la formación de las conciencias de las nuevas generaciones de mexicanos, ya que la educación puede ser utilizada como arma de dominación, o servir como instrumento de emancipación política y social; todo depende de los intereses de la clase social, o de alguno de sus sectores, que se encuentran al frente del gobierno.

Finalmente, se impuso la sensatez, lo que permitió aprobarla, aunque dejando algunas cuestiones pendientes, porque la correlación de fuerzas en el Congreso de la Unión, aun con el triunfo electoral y el apoyo popular aplastante que mantiene el Lic. López Obrador, no permitía vaticinar un resultado mejor a favor de cambios profundos, radicales en materia educativa, para echar abajo no sólo la mal llamada “Reforma Educativa”, impuesta por el gobierno de Enrique Peña Nieto, sino todas las reformas relacionadas con la educación pública, realizadas durante el largo periodo neoliberal.

A pesar de algunos aspectos que la limitan, esta reforma es importante porque no se contrapone a los principios filosóficos contenidos en el artículo tercero constitucional, lo que significa que la educación que imparta el Estado:

Sea ajena a cualquier doctrina religiosa.
Tienda a desarrollar armónicamente todas las facultades del ser humano, y que fomente en él el amor a la patria, la conciencia de la solidaridad internacional, en la independencia y la justicia
Esté basada en los resultados del progreso científico.
Considere a la democracia como un sistema de vida fundado en el constante mejoramiento económico, social y cultural del pueblo.
Sea nacional —sin hostilidades ni exclusivismos— para el aseguramiento de nuestra independencia económica.

Recupere la supremacía del Estado para impartir educación, así como su centralización para que exista un solo modelo educativo para todo el país, que a su vez tomará en cuenta las diferencias regionales y económico-sociales.

Es positiva, porque puede sentar las bases para una reforma educativa de mayores dimensiones que cumpla con sus objetivos: cobertura universal en todos los niveles; establecer las cualidades para formar al ser humano que necesitamos para llevar a cabo la Cuarta Etapa de la Revolución; y para darle un giro radical a la orientación que impusieron los neoliberales en estos 36 años, con el fin de que ahora sirva para producir los cuadros técnicos, científicos y humanísticos que requiere el desarrollo económico, social y cultural del país.

Sin embargo, es limitada porque no toma en cuenta que con el arribo al gobierno del sector de la burguesía neoliberal, desde finales de 1982, se hicieron distintas reformas en materia constitucional y en la legislación secundaria, con el fin de sentar las bases para reformas contrarias al interés nacional y popular. 

Los gobiernos neoliberales comenzaron a implantar otro proyecto educativo, el que abrió las puertas de la educación a las iglesias, y al capital privado. Ya no eran ideas vagas, dispersas, ni sólo grandes trazos, ahora ya tenían un objetivo preciso: convertir a la educación mexicana en un instrumento de dominación, aderezado con jugosos negocios. 

Lo anterior, contrapuesto no solamente en cuanto a su cobertura, calidad, y orientación para formar a las nuevas generaciones, sino para convertir un derecho humano de carácter social, en una mercancía.

A lo anterior, hay que agregar un hecho todavía más grave, permitir la colonización del pensamiento, como parte de las consecuencias que trajo consigo la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que en los hechos permitió el florecimiento de la educación privada, fomentada con recursos públicos mediante diferentes mecanismos. 

En el mismo tenor se establecieron compromisos con organismos internacionales, como el Banco Mundial (BM), y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que han impuesto sus directrices en materia educativa.

¿Qué se necesita para llevar a cabo una reforma radical, profunda, en materia educativa, y que esta responda cabalmente a los intereses nacionales y populares?
Se necesita trabajar para preparar un Congreso Nacional de Educación, el cual debe estar precedido por congresos nacionales temáticos sobre educación: normal, técnica, superior, indígena, pedagogía, derechos laborales, presupuesto, etc., y cuyos resolutivos sean discutidos en el Congreso Nacional.

Además, pugnar porque los resolutivos del Congreso Nacional los tome como base el Congreso de la Unión para realizar las reformas de las leyes reglamentarias y secundarios en materia educativa.
Cuánto tiempo podrá llevar la preparación y realización de estos trabajos, eso dependerá del nivel de organización, concientización y movilización del pueblo, y de los trabajadores de la educación en todos sus niveles.

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